1986-2020

En esta época, que supone la entrada de lleno en una etapa de modernidad, en el que el acceso a las nuevas tecnologías llega a la mayoría de la población, el mundo del cromo sobrevive a pesar de que, aparentemente, empieza a carecer de sentido su existencia como algo material, en un mundo en el que prima lo que menos espacio ocupa, lo que es más barato, lo virtual en definitiva. El mundo de la música apenas vende discos físicos, los libros se leen en dispositivos electrónicos que contienen hasta centenares de ellos, la fotografía apenas llega al formato de papel, sin embargo, los cromos han sobrevivido a la “hecatombe digital”. También es cierto que el mundo de las colecciones de cromos de fútbol ha tenido sus altibajos. A comienzo de los años 90 el número de colecciones de cromos editadas en España descendió radicalmente. Solo Ediciones Este mantenía su cuota de mercado, ya que incluso Panini desapareció del mercado en alguna etapa (1990-1992). La revolución llegó de la manera más inesperada.

MUNDICROMO
La irrupción de la editorial Mundicromo en el mercado supuso un antes y un después en la historia del coleccionismo de cromos en España. La apuesta por un concepto novedoso por estos lares, basado en el formato típico de los trading cards americanos, resultó una revolución y un rotundo éxito comercial. Cromos de mayor tamaño que el habitualmente utilizado hasta entonces, realizados en cartón rígido, satinado, con la fotografía del jugador en acción en el anverso y otra imagen del jugador y sus datos biográficos por detrás. Era algo nunca visto. La novedad causó furor entre los coleccionistas y tuvo un efecto renovador que atrajo hacía sí a un buen número de nuevos coleccionistas y no dejó indiferente a los habituales.

Mundicromo era una empresa nueva, pero tenía su origen en muchos años atrás. Otras empresas regidas por su creador, Joaquín Solano Mirete, ya estuvieron funcionando desde mediados de los años 70, siempre relacionadas con la edición de cromos de fútbol y sobres que incluían, además, regalos como golosinas o globos hinchables. A lo largo del capítulo anterior hemos visto infinidad de colecciones a las que se les puede dar este origen: Ediciones Estadio o Mateo Mirete son las más destacables. En la actualidad Mundicromo es, tras la absorción de Ediciones Este por parte de Panini, la única alternativa a la multinacional italiana en la edición de cromos.

Ha habido otros intentos de innovar el mundo de los cromos, casi siempre en ámbitos relacionados con la tecnología. Quizás los más reseñables sean los cromos que llevan códigos para ser introducidos en páginas web con los que interactuar con otros coleccionistas. Si alguien se ha subido rápido al carro de las nuevas tecnologías esos han sido los niños, y no hay que obviar que ellos son el principal mercado de las colecciones de cromos.

También ha habido incluso intentos de convertir a los cromos en instrumentos tecnológicos transformándolos en pequeños disquetes con información digital para ver en el ordenador, sin embargo esta opción no ha pasado de anecdótica con la colección realizada en 2004, con motivo de la Eurocopa de Portugal.

Llegados a este punto no queda sino hablar del presente y un poco del futuro y hacia donde se puede dirigir el interés de los coleccionistas. Es un hecho que las colecciones, cada vez más, no están orientadas exclusivamente al público infantil. En la actualidad, además de las colecciones con diseño, contenido, e incluso lenguaje más infantil (sobre todo las colecciones editadas por Panini, siempre en relación con el tipo de mensaje trasmitido por la revista Jugón), existe una gama de colecciones orientadas a un público quizás más maduro (aunque este adjetivo quizás no sea el más apropiado, ni necesariamente perseguido por los propios interesados), y con mayor poder adquisitivo. Colecciones con series especiales, con gran dificultad en la consecución de algunas de ellas, las hacen especialmente atractivas para cierto tipo de coleccionista.

Por último, sí que es conveniente resaltar, la influencia que las nuevas tecnologías y especialmente el progresivo acceso a internet de la mayoría de la población, han tenido en el tema del coleccionismo de cromos. La comunicación entre coleccionistas se ha acelerado, y lo que antes era un lento intercambio de cartas y listados, la mayoría de las veces manuscritos, se ha convertido en un inmediato ir y venir de emails, y mensajes sms.

Los foros temáticos en la red también han supuesto una revolución en el mundo del cromo. La participación en ellos de grandes cantidades de coleccionistas ha facilitado la labor de difusión de listados y de intercambios, tan necesarios ambos para acabar las colecciones.En lo referente a fútbol el pionero fue cromosdefutbol.com, aunque también hay otros de carácter más general como cromosrepes.com, todocromos.com o cambiatuscromos.org

Los cromos de fútbol en sí mismos tienen un concepto básico de salida, que tampoco invita a esperar grandes cosas del futuro, pero no cabe duda de que siempre habrá margen para la innovación. La ilusión de los niños, la misma que tienen ahora y que tenían hace décadas, por coleccionar imágenes de sus ídolos en un álbum seguirá existiendo. Crear alicientes para que esta ilusión no decaiga y que se mantenga la de los más veteranos, será tarea de los diseñadores y editores para que las colecciones de cromos duren cuanto menos otro siglo. No tenemos duda de que así será.

Hasta pronto.